Previo al trabajo de colocación, muchas veces es necesario realizar algunas tareas de acondicionamiento del terreno. Estas pueden ser desde la limpieza de obra, la realización de drenajes, el relleno del terreno para obtener los niveles deseados, la conformación de taludes, el desmalezado de hierbas, esparcir tierra o simplemente el pasar un rastrillo para emparejar el área donde se colocarán los tepes de césped. En algunos casos es conveniente apisonar el terreno previamente a realizar el trabajo de colocación, si se ha incorporado mucho volumen de relleno.

Si bien la colocación de los tepes de césped es sencilla, requiere esmero y atención a los detalles para lograr una buena terminación y asegurar el correcto desarrollo del césped.

La colocación del césped puede efectuarse durante todo el año, pero debe ser efectuada con rapidez y cuidado para que los tepes de césped no se deterioren ya que es un producto que pierde calidad con el paso del tiempo.

La colocación de los tepes debe ser iniciada por la parte más alejada de la salida del lugar donde se desea instalar el césped, para evitar que se estropee el trabajo realizado con el tránsito de personas o carretillas. Los tepes de césped se colocan todos en un mismo sentido, uno contra otro, poniendo especial atención a que las juntas queden bien unidas y en el mismo nivel. A la vez que se van colocando los tepes como si fuese un puzle, se debe apisonar suavemente de forma manual, con una herramienta que se denomina maceta y es específica para esta tarea. Los límites del área de césped se cortan con una pala de corte para que queden bien prolijos y definidos en líneas puras.

Los cortes sucesivos, si se hacen de forma correcta , además de mejorar la apariencia del césped, ayudan a mantener el vigor del tapiz verde. En las épocas cálidas es recomendable cortar semanalmente el césped. Durante los meses fríos del invierno la frecuencia de corte baja sensiblemente ya que en esta época el  crecimiento del césped es mínimo.

 La altura de corte es determinante en la salud y aspecto del césped. Si el corte se realiza demasiado bajo se corre el riesgo de dejar espacios de tierra vista, donde posiblemente germinen otras hierbas no deseadas o musgos, sobre todo en el invierno que el césped está en un estado de crecimiento lento y no ofrece competencia a otras especies. Al dejar muy bajo el césped durante el verano, se produce una mayor evaporación del agua del terreno. En esta época el sol es más intenso y en pocas horas puede secar el suelo considerablemente.

Dejar el césped alto durante un tiempo, trae como consecuencia que la trama de raíces subterráneas se vea mermada,  la pérdida de calidad del tapiz se vuelve notoria al primer corte. Otro problema que acontece en un césped que se lo ha dejado subir más de lo conveniente es que cuando se decide cortar, el trabajo para realizar esta tarea es mayor y el resultado lamentable, ya que las partes inferiores de las hojas se verán amarillas con el corte, casi blancas, debido a la poca luz que han recibido y la incapacidad de realizar fotosíntesis a tal profundidad.

Al segar y retirar los restos del césped que se acaba de cortar se extraen gran cantidad de nutrientes, que la gramilla en su crecimiento fue  tomando del suelo y  depositando en sus raíces, tallos y hojas. Cantidades significativas de Nitrógeno, Fosfatos y Potasio se van corte tras corte y es por esto que se vuelve necesario incorporar estos nutrientes nuevamente al suelo para lograr un césped saludable, vigoroso y bien verde durante todo el año. Un buen plan de fertilización que tenga en cuenta cada una de las estaciones del año en que se ejecutará es imprescindible. Aplicar un producto en un tiempo incorrecto, en vez de ser beneficioso puede resultar perjudicial para el césped.